Bouchard en las Filipinas, incógnitas sobre la muerte de Sommers
Por Alejandro Rossi Belgrano, adaptado del libro “Nuevos Documentos sobre el crucero de La Argentina a través del mundo”
Introducción al artículo
En el artículo anterior habíamos contado que el segundo capitán de La Argentina, Nathaniel Sommers junto a 22 compañeros se acercaba a un barco español en el puerto de Santa Cruz (isla de Luzón, Filipinas).
Los realistas del bergantín Dolores se habían resguardado detrás de una barra de arena para evitar que los hombres de la fragata La Argentina lo abordaran, aprovechando el poco calado de su nave.
Sommers, a bordo de un cutter de dos mástiles, se aproximaba velozmente a fuerza de remos y velas, pero en la premura del abordaje decidieron no bajar los mástiles y desde el bergantín le arrojaron amarras a los palos causando el naufragio del bote.
Todos los hombres cayeron al agua, donde se encontraron indefensos a merced de los españoles.
La matanza
Desde la fragata, el capitán Bouchard y el resto de los tripulantes veían impotentes lo que sucedía a la distancia.
Para ellos era imposible auxiliarlos. Sólo los botes que se acercaban podrían brindarles ayuda, pero llegarían muy tarde. Sin ninguna clemencia los realistas mataron a gran cantidad de los nuestros a lanzazos.
Cuando los botes volvieron a la fragata, explicaron los sucesos al capitán. El saldo de la matanza era de 14 muertos, y el primero en caer fue el capitán Sommers, mientras que 5 hombres fueron rescatados.
Todos en el barco coincidieron con esta versión de la historia. Oficiales y marineros, criollos y gringos; unánimemente sostuvieron lo mismo sobre la terrible carnicería.
Sin embargo los españoles contarían el final de la historia en forma muy distinta. Para ellos, también hubo 23 tripulantes y 14 muertos, pero en el informe del gobernador se sostiene que William Nathaniel Sommers y 8 tripulantes fueron capturados y llevados a Manila.
¿Puede haber sido así? ¿O sólo una forma de ocultar la matanza a sus superiores?
No tenemos una respuesta definitiva a estos interrogantes, pero continuamos buscando explicaciones a las distintas interpretaciones de este triste evento.
¡Adelante con Bouchard!
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